REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
JUZGADO SUPERIOR TERCERO EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DE LA REGIÓN CAPITAL
Caracas, 28 de marzo de 2016
205° y 157°
La presente causa tiene lugar con ocasión del recurso contencioso administrativo de nulidad incoado conjuntamente con solicitud de medida cautelar de suspensión de efectos por los abogados Manuel Andrés Romero Amparan y Xamira Goya Torres, inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos. 107.058 y 124.444, respectivamente, apoderados judiciales de la sociedad mercantil CONCITASAS, C.A., inscrita en el Registro Mercantil Quinto de la Circunscripción Judicial del Distrito Capital y estado Miranda, el 10 de abril de 2006, bajo el N° 56, Tomo 1300 A, contra la Providencia Administrativa N° 241/09, de fecha 23 de septiembre de 2009, y del auto de fecha 7 de diciembre de 2009, ambos contenidos en el expediente Nº 2009-06-00251, emanados de la INSPECTORÍA DEL TRABAJO DEL ESTADO VARGAS, a los fines que se anule dicha providencia referente a imposición de multa por la cantidad de Un Mil Setecientos Cincuenta y Ocho Bolívares con tres Céntimos (Bs.1.758,03), y el referido auto que impone multa por la cantidad de Cincuenta y Dos Mil Setecientos Cuarenta Bolívares con Nueve Céntimos (Bs. 52.740,09, por desacato a la Providencia Administrativa Nº 167/2009, en el procedimiento que por solicitud de reenganche y pago de salarios caídos de la ciudadana GISELA ROMERO BLANCO, titular de la cédula de identidad N° 6.467.080, en contra de la precitada empresa.
Dicha causa fue interpuesta el 21 de abril de 2010, ante el Juzgado Superior Noveno de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, correspondió el conocimiento de la presente causa a este Tribunal Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital, siendo recibida en fecha 23 de abril de 2010, quedando registrada bajo el número 6565.
En fecha 7 de mayo de 2010, este Tribunal admitió en cuanto ha lugar en derecho el presente recurso contencioso administrativo de nulidad, en tal sentido, se libraron los oficios correspondientes, y verificadas las notificaciones de las partes, se fijó para que tuviera lugar la audiencia de juicio el vigésimo (20mo) día despacho siguiente a las diez de la mañana (10:00 A.M.), la cual se llevó a cabo en fecha 2 de agosto del 2010, a la que sólo asistió la representación judicial de la parte recurrente.
Ello así, mediante auto del 11 de octubre de 2010, se estableció que se procedería a dictar sentencia dentro de los 30 días de despacho siguientes de conformidad con lo previsto en el artículo 86 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Por auto separado de esta misma fecha, quien aquí suscribe se abocó al conocimiento de la presente causa.
Este Tribunal, ante cualquier consideración estima pertinente pronunciarse previamente sobre su competencia, en tal sentido se observa:
I
DE LA COMPETENCIA
De las actas procesales que conforma el presente expediente se desprende que el mismo se contrae al recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto conjuntamente con solicitud medida cautelar de suspensión de efectos, por los abogados Manuel Andrés Romero Amparan y Xamira Goya Torres, apoderados judiciales de la sociedad mercantil CONCITASAS, C.A., contra la Providencia Administrativa N° 241/09, de fecha 23 de septiembre de 2009, y del auto de fecha 7 de diciembre de 2009, ambos contenidos en el expediente Nº 2009-06-00251, emanados de la INSPECTORÍA DEL TRABAJO DEL ESTADO VARGAS, a los fines que se anule dicha providencia referente a imposición de multa por la cantidad de Un Mil Setecientos Cincuenta y Ocho Bolívares con tres Céntimos (Bs.1.758,03), y el referido auto que impone multa por la cantidad de Cincuenta y Dos Mil Setecientos Cuarenta Bolívares con Nueve Céntimos (Bs. 52.740,09, por desacato a la Providencia Administrativa Nº 167/2009, en el procedimiento que por solicitud de reenganche y pago de salarios caídos de la ciudadana GISELA ROMERO BLANCO, titular de la cédula de identidad N° 6.467.080, en contra de la precitada empresa.
Ahora bien, en este sentido, se hace necesario señalar que, la sentencia Nº 955, emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el 23 de septiembre de 2010, caso: Bernardo Jesús Santeliz Torres y otros, estableció con carácter vinculante, que la jurisdicción laboral era la competente para conocer de las pretensiones relativas a providencias administrativas dictadas por las Inspectorías del Trabajo, previa las consideraciones siguientes:
“(…) aun cuando las Inspectorías del Trabajo sean órganos administrativos dependientes -aunque desconcentrados- de la Administración Pública Nacional, sus decisiones se producen en el contexto de una relación laboral, regida por la Ley Orgánica del Trabajo, razón por la cual debe atenerse al contenido de la relación, más que a la naturaleza del órgano que la dicta, para determinar que el Juez natural en este caso no es el contencioso administrativo, sino el laboral. Una relación jurídica denominada relación de trabajo, expresada y manifestada por la fuerza de trabajo desplegada por los trabajadores, que exige un Juez natural y especial, para proteger la propia persona de los trabajadores. En fin, la parte humana y social de la relación. En efecto, los órganos jurisdiccionales especializados en los conceptos debatidos en las distintas pretensiones que se planteen en relación con los actos administrativos dictados por los Inspectores del Trabajo (derecho al trabajo y a la estabilidad en el trabajo), sea que se trate, entre otras, de la pretensión de nulidad a través del recurso contencioso administrativo, sean las pretensiones relativas a la inejecución de dichos actos como consecuencia de la inactividad de la Administración autora o bien del sujeto obligado -el patrono o el trabajador- para su ejecución o, por último, sea que se trate de pretensiones de amparo constitucional con fundamento en lesiones que sean causadas por el contenido o por la ausencia de ejecución de dichos actos administrativos; son los tribunales del trabajo. Así se declara.
Por todo lo anterior, esta Sala Constitucional, actuando como máximo intérprete de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, estima que el conocimiento de las acciones intentadas en ocasión de providencias administrativas dictadas por las Inspectorías del Trabajo, debe atribuirse como una excepción a la norma general contenida en el artículo 259 constitucional, a los tribunales del trabajo. Así se declara.
Con fundamento en las consideraciones que se expusieron, y en ejercicio de la facultad de máximo intérprete del Texto Constitucional, esta Sala deja asentado el siguiente criterio, con carácter vinculante para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de la República:
1) La jurisdicción competente para el conocimiento de las distintas pretensiones que se planteen en relación con los actos administrativos dictados por los Inspectores del Trabajo, es la jurisdicción laboral.
2) De los tribunales que conforman esta jurisdicción, el conocimiento de las pretensiones antes especificadas corresponde, en primera instancia, a los Tribunales de Primera Instancia del Trabajo y en segunda instancia, a los Tribunales Superiores del Trabajo (…)” (Negrillas de este Tribunal).
Del fallo antes trascrito, se infiere que la competencia para conocer en primera instancia de las pretensiones que se ejerzan contra los actos dictados por las Inspectorías de Trabajo, con relación al derecho al trabajo y la estabilidad del trabajador, corresponde a los Tribunales de Primera Instancia del Trabajo, y en alzada, a los Tribunales Superiores del Trabajo, en virtud del principio del Juez Natural.
En conexión con lo anterior, sostuvo la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, que la jurisdicción laboral es la competente para conocer de las controversias que se susciten con ocasión de relaciones laborales, incluyendo aquellas en las que medie un acto administrativo, por la especial naturaleza del vínculo y por la importancia social que entraña; así como la preeminencia en materia laboral del principio del juez natural sobre la perpetuatio fori (Vid. Sentencia Nro. 64 de fecha 28 de octubre del 2014). (Negrillas y subrayado de este Tribunal).
Asimismo, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de fecha 1° de octubre de 2014, publicada el 15 de enero de 2015, bajo el No. 9, (caso: Desarrollos Tercer Milenio, C.A., contra la Inspectoría del Trabajo del estado Monagas) y en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, bajo el No. 40.067, de fecha 24 de febrero de 2015, dejó establecido que “(…) en este pronunciamiento la Sala Constitucional le otorga al criterio sentado en su sentencia Nº 955 del 23 de septiembre de 2010, aplicación efectiva para todos los casos de conflicto de competencia que se hayan suscitado incluso antes de la publicación de la sentencia que fijó el nuevo régimen atributivo de competencia. Es decir, que dicho criterio opera independientemente de la fecha en que se fijó”.
De igual modo, la Sala Constitucional reafirma el criterio de incompetencia de la jurisdicción contencioso administrativa para conocer de la nulidad de los actos administrativos dictados por la Inspectoría del Trabajo, incluso en aquellas causas donde se hubiere asumido la competencia conforme al principio de perpetuatio fori (Vid. sentencia Nro. 500 de fecha 27 de abril de 2015, dictada por la Sala Constitucional), por lo que corresponde declinar el conocimiento de tales acciones a los Tribunales del Trabajo de la Circunscripción Judicial correspondiente.
Ahora bien, en atención a los criterios jurisprudenciales antes transcritos resulta oportuno destacar que el contenido intrínseco y fin último del presente recurso contencioso administrativo de nulidad radica en la declaratoria de nulidad de la Providencia Administrativa N° 241/09, de fecha 23 de septiembre de 2009, y del auto de fecha 7 de diciembre de 2009, ambos contenidos en el expediente Nº 2009-06-00251, por imposición de multa por la cantidad de Un Mil Setecientos Cincuenta y Ocho Bolívares con tres Céntimos (Bs.1.758,03), y el referido auto que impone multa por la cantidad de Cincuenta y Dos Mil Setecientos Cuarenta Bolívares con Nueve Céntimos (Bs. 52.740,09, emanados de la INSPECTORÍA DEL TRABAJO DEL ESTADO VARGAS, por desacato a la Providencia Administrativa Nº 167/2009, en el procedimiento que por solicitud de reenganche y pago de salarios caídos de la ciudadana GISELA ROMERO BLANCO, en contra de la precitada empresa, la cual se evidencia versa sobre asuntos propios de la jurisdicción laboral. Así se establece.
Establecido lo anterior, esta juzgadora en estricto acatamiento de las decisiones proferidas por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, así como el criterio vinculante fijado por la Sala Constitucional de nuestro máximo Tribunal, mediante sentencia No. 500 dictada en fecha 27 de abril de 2015, donde se ratificó su aplicabilidad no sólo para las causas que aún no habían iniciado sino para todas aquéllas que ya se encontraban en trámite para el momento en que la Sala Constitucional interpretó el contenido y alcance del artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en sentencia Nº 955 del 23 de septiembre de 2010; siendo la providencia atacada mediante el presente recurso un acto administrativo emanado de la Inspectoría del Trabajo en el estado Vargas; este tribunal se declara INCOMPETENTE para conocer y decidir el presente asunto, en tal sentido, DECLINA LA COMPETENCIA, en un Tribunal de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Vargas, en consecuencia, se ordena remitir el presente expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (URDD) del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Vargas. Así se decide.
II
DECISIÓN
Por las razones expuestas, este Tribunal Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:
1.- Que es INCOMPETENTE para conocer del recurso contencioso administrativo de nulidad conjuntamente con medida cautelar de suspensión de efectos interpuesto por los abogados Manuel Andrés Romero Amparan y Xamira Goya Torres. inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos. 107.058 y 124.444, respectivamente, apoderados judiciales de la sociedad mercantil CONCITASAS, C.A., inscrita en el Registro Mercantil Quinto de la Circunscripción Judicial del Distrito Capital y estado Miranda, el 10 de abril de 2006, bajo el N° 56, Tomo 1300 A, contra la Providencia Administrativa N° 241/09, de fecha 23 de septiembre de 2009, y del auto de fecha 7 de diciembre de 2009, ambos contenidos en el expediente Nº 2009-06-00251, emanados de la INSPECTORÍA DEL TRABAJO DEL ESTADO VARGAS.
2.- DECLINA LA COMPETENCIA en un Tribunal de Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Vargas.
3.- SE ORDENA la remisión del presente expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (URDD) del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Vargas.
Publíquese, regístrese y notifíquese. Remítase el expediente en su oportunidad, cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Despacho del Tribunal Superior Tercero en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital, con sede en Caracas, a los 28 días del mes de marzo de 2016. Años 205° de la Independencia y 157° de la Federación.-
LA JUEZ,

YARITZA VALDIVIEZO ROSAS
LA SECRETARIA,

Abg. MAYRA RAMÍREZ
En esta misma fecha, siendo las ____________, se publicó y registró la anterior decisión.
LA SECRETARIA,

Abg. MAYRA RAMÍREZ
YVR/MR/bd
EXP: 6565