REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE






TRIBUNAL PRIMERO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS JOSÉ FEÉLIX RIBAS Y JOSÉ RAFAEL REVENGA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ARAGUA.
La Victoria, 9 de enero de 2023
212º y 163º
EXPEDIENTE No: 6302-2022
SOLICITANTE: ciudadano EDWIN GUSTAVO CEVALLOS ABREU, venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad No. V-13.700.491.
Abogado asistente: Carmen Elena Gonzalez de Manzano, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nro. 204.483
CONTRA QUIEN OBRA LA SOLICITUD: ciudadana MARIA LAURA MENDOZA DE CEVALLOS, venezolana, mayor de edad y titular de la cédula de identidad No. V-17.051.723.
MOTIVO: DIVORCIO POR DESAFECTO

I. ANTECEDENTES
En fecha 24 de noviembre de 2022 la parte solicitante interpuso escrito libelar por ante el juzgado distribuidor, posteriormente en fecha 25 de noviembre de 2022, compareció ante este tribunal el ciudadano EDWIN GUSTAVO CEVALLOS ABREU, venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad Nro. V-13.700.491, debidamente asistido por la abogada en ejercicio Carmen Elena Gonzalez de Manzano , inscrita en el Inpreabogado bajo el Nro. 204.483 y consignó copia certificada de su acta de matrimonio y copias de su cédula de identidad. (Folios 4 al 7)

En fecha 30 de noviembre de 2022 este juzgado admitió la solicitud y ordenó citar a la ciudadana MARIA LAURA MENDOZA DE CEVALLOS, de igual forma se ordenó la notificación al Ministerio Público acerca del procedimiento en curso. (Folio 9)

En fecha 07 de diciembre de 2022 el alguacil de este órgano jurisdiccional mediante diligencia consignó boleta de notificación debidamente recibida en la sede de la Fiscalía Trigésimo Octavo del Ministerio Público del estado Aragua. (Folios 12 y 13)

En fecha 07 de diciembre de 2022 el alguacil de este órgano jurisdiccional mediante diligencia informó que remitió vía whatsapp escrito de divorcio, auto de admisión y boleta de citación a la ciudadana MARIA LAURA MENDOZA DE CEVALLOS, al número de teléfono +593983301149, quedando de esta forma debidamente citado. (Folios 14 y 15)

II. MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
Una vez descritas las actuaciones que anteceden, este tribunal considera necesario realizar las siguientes consideraciones:
1
Ahora bien, el ciudadano EDWIN GUSTAVO CEVALLOS ABREU, consignó los siguientes documentales:
-Copia certificada de acta de matrimonio inserta folio 4 al 6 del expediente, la cual, al ser un documento público, posee pleno valor probatorio. De la misma se desprende que en fecha 27 de julio de 2006 los ciudadanos: EDWIN GUSTAVO CEVALLOS ABREU y MARIA LAURA MENDOZA DE CEVALLOS contrajeron matrimonio.
2
Verificado lo anterior, esta juzgadora observa que es competente para conocer y decidir la solicitud de divorcio interpuesta, toda vez que, consta en autos de que las partes fijaron su último domicilio conyugal en la ciudad de El Consejo, territorio ese dentro de la competencia asignada a este órgano jurisdiccional y, así mismo, los hijos de éstos son mayores de edad, por lo cual, tampoco hay lugar a dudas respecto a la competencia por la materia en el presente asunto.

Ahora bien, en relación a la pretensión de divorcio fundamentada en el alegato expreso de incompatibilidad de caracteres, desamor o desafecto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia mediante sentencia No. 1070 de fecha 9 de diciembre de 2016, dejó sentado lo siguiente:
“(…) A este respecto tenemos pues que al momento en el cual perece el afecto la relación matrimonial pasa a ser apática con un alejamiento sentimental que causa infelicidad entre los cónyuges, por ende, al existir una falta de afecto, entendida como desafecto, será muy difícil, prácticamente imposible, que los cónyuges cumplan con sus deberes maritales.
De la misma forma, durante la unión matrimonial puede surgir la incompatibilidad de caracteres entre los cónyuges, la cual consiste en una intolerancia de alguno de los cónyuges para con su pareja, siendo exteriorizada en diversas formas lo que genera una permanente aversión que hace imposible la vida en común.
De modo pues que tales situaciones no se pueden encasillar a las causales previstas en el artículo 185 del Código Civil, tal y como se estableció en la sentencia n° 693/2015, ya que al ser sentimientos intrínsecos de alguno de los cónyuges, estos pueden nacer o perecer de forma inesperada sin que exista un motivo específico.
Es evidente entonces, que cuando aparece el fenómeno del desafecto o la incompatibilidad entre los cónyuges, resulta fracturado y acabado, de hecho, el vinculo matrimonial, por cuanto ya no existe el sentimiento afectuoso que originó dicha unión, más sin embargo, esto no implica que, desde el punto de vista jurídico se haya roto la unión matrimonial.
Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que originó el contrato de matrimonio, este no debe de seguir surtiendo efectos en el mundo jurídico, motivo por el cual no se puede someter a un procedimiento controversial al cónyuge que alegue o haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de caracteres en su demanda de divorcio, pues esta Sala estando en franca sintonía con el respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en la sentencia 693/2015, estableció la posibilidad de que la ruptura jurídica del vínculo matrimonial se pueda generar por causas no previstas en la legislación patria, es decir, que el desafecto y la incompatibilidad de caracteres, creadores de disfunciones en el matrimonio y la familia, siendo esta la base fundamental para el desarrollo de la sociedad, pueden ser alegados con el fin de obtener una sentencia que disuelva el vínculo jurídico que une a los cónyuges, para así lograr el desenvolvimiento efectivo de los principios, valores y derechos constitucionales que rigen la materia, así como la protección familia y de los hijos –si es el caso- habidos durante esa unión matrimonial en la cual se produjo el desafecto o la incompatibilidad señalada.
Por ello, a los fines de la protección familiar debe entenderse el divorcio como una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el propósito de aligerar la carga emocional de la familia (…)
En este orden de ideas, la doctrina del divorcio solución no constituye una nueva causal de disolución del vínculo conyugal que modifique el elenco contenido en la ley, sino tan solo una concepción o explicación del divorcio como causa excepcional de extinción del matrimonio.
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio contenciosas.
En efecto, la competencia de los Tribunales es producir como juez natural conforme lo dispone el artículo 49 constitucional, una decisión que fije la ruptura jurídica del vínculo con los efectos que dicho divorcio apareja, sin que pueda admitirse la posibilidad de que manifestada la existencia de dicha ruptura matrimonial de hecho, se obligue a uno de los cónyuges a mantener un vínculo matrimonial cuando éste ya no lo desea, pues de considerarse así se verían lesionados derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una familia, y otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona (…)”

Así mismo, la Sala de Casación Civil de nuestro máximo Tribunal de la República, mediante fallo No. 136, señaló, entre otras cosas, lo siguiente:
“(…) Separación de hecho por más de 5 años, desafecto y/o incompatibilidad de caracteres (Artículo 185-A del Código Civil)
Cuando uno de los cónyuges manifieste la incompatibilidad de caracteres o el desafecto para con el esposo o la esposa, el procedimiento de divorcio no requiere de un contradictorio, ya que es suficiente el deseo de no seguir en matrimonio por parte del cónyuge solicitante para que se decrete el divorcio, en armonía con los preceptos constitucionales y las sentencias vinculantes supra desarrolladas, pues es evidente que el libre desarrollo de la personalidad como parte del derecho a la libertad, definen un espacio de autonomía individual, de inmunidad, frente al poder estatal, cuya interdicción sólo procede bajo causas específicas.
Entonces, cuando la causal de divorcio verse sobre el desamor, el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la jurisdicción voluntaria, establecido en los artículos del 895 al 902 del Código de Procedimiento Civil, ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá comparecer representado o debidamente asistido de abogado) y del Fiscal del Ministerio Público, pues una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…”. Así lo refleja la sentencia 1070/2016 supra transcrita de la Sala Constitucional, procedimiento en el cual fue suprimida la articulación probatoria, ya que tal manifestación no puede depender de la valoración subjetiva que haga el Juez de la entidad de la razón del solicitante.
Por último, ratifica esta Sala que el fin que deben perseguir los tribunales, es producir como jueces naturales conforme lo dispone el artículo 49 de la Carta Política, una decisión que entienda el divorcio como una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el propósito de la protección familiar y de aligerar la carga emocional de la misma. Cabe destacar que no obstante el procedimiento apropiado para tramitar la solicitud de divorcio que en este punto se ha abordado, sin lugar a dudas que la correspondiente decisión proferida por el tribunal causará cosa juzgada material a tenor de lo previsto en el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, sería un absurdo considerar que toda la interpretación progresiva de carácter constitucional (vinculante) dada a la institución del divorcio en aras –entre otros aspectos- de materializar en él un procedimiento célere, breve y expedito pudiera sacrificar la fuerza de cosa juzgada material.
Por ello, una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial, “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…” máxime si cualquier posible discusión en cuanto a una eventual reconciliación estaría –como ocurre en el sub iudice- fuera de contexto por ser ajena a las defensas que se plantearen, sin condicionantes probatorios, pues no existe prueba del sentimiento de desafecto ya que ello no está vinculada a condiciones ni a hechos comprobables; por el contrario, debe depender de la libre manifestación de voluntad del cónyuge de disolver el vínculo por la terminación del afecto, lo cual es más acorde con las exigencias constitucionales del libre consentimiento que impone el derecho de libre desarrollo de la personalidad y sin que el procedimiento pretenda invadir la esfera privada del cónyuge solicitante y sin cuestionar el libre desarrollo de su personalidad, pues las relaciones conyugales se establecen para vivir manteniendo el vínculo afectivo, por lo que a través del procedimiento de jurisdicción voluntaria el Juez cuenta un amplio margen de discrecionalidad para acordar la demanda y sus pretensiones y de conformidad al artículo 11 del Código ritual, pueda, en casos excepcionales de duda, requerir alguna prueba que considere indispensable, sin permitírsele al Juez inmiscuirse en el libre desarrollo de la personalidad del individuo al valorar los motivos por los cuales el solicitante adoptó la decisión. El trámite es estrictamente objetivo y nada invasivo de la esfera individual del o la solicitante.
Todo ello obedece al respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en las sentencias de la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, N° 446, del 15 de mayo de 2014, expediente N° 14-094; N° 693, de fecha 2 de junio de 2015, expediente N° 12-1163; y N° 1070, del 9 de diciembre de 2016, expediente N° 16-916. Así se decide (…)”
Siendo así las cosas, resulta ser meridanamente claro que en la actualidad, en aras del respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, entre otros, es perfectamente viable que se tramite un divorcio fundamentado únicamente en el alegato expreso del solicitante quien invoque una incompatibilidad de caracteres en su relación o que simplemente ya no siente afecto alguno por su cónyuge, lo cual, por su especial naturaleza, no requiere ser probado, ni tampoco la suerte del procedimiento va a depender de los argumentos que en contra pudiera aducir la otra parte, es decir, no es necesario contradictorio alguno, pues, se trata de una decisión que nace del fuero interno de la persona que solicita el divorcio y que debe ser respetada. Todo lo anterior, ha sido hartamente discutido por las distintas Salas del Tribunal Supremo de Justicia, concluyendo entonces, que se deben facilitar los medios para disolver el vínculo matrimonial cuando se considere roto, con el objeto de brindar protección a la familia y a los hijos –si es el caso– habidos durante esa unión matrimonial.
En el presente caso, como ya se mencionó, el solicitante basó su pretensión de divorcio invocando expresamente el desafecto hacía su cónyuge (Folio 1 y 2 con sus vueltos), por tal motivo, se ordenó la notificación del Ministerio Público, quedando notificada de este procedimiento la Fiscal Trigésimo Octavo del Ministerio Público del estado Aragua, tal y como se desprende de boleta de notificación firmada, la cual fue consignada por el alguacil de este juzgado en fecha 07 de diciembre de 2022 (Folio 13). En este punto, resulta meritorio destacar que no hubo oposición fiscal dentro del lapso legal correspondiente. Así mismo, se ordenó citar a la ciudadana contra la cual obra la presente solicitud, constando en autos en fecha 07 de diciembre de 2022, la consignación de diligencia por el alguacil de este tribunal informando que remitió vía whatsapp escrito de divorcio, auto de admisión y boleta de citación a la ciudadana MARIA LAURA MENDOZA DE CEVALLOS, al número de teléfono +593 983301149, quedando de esta forma debidamente citada. (Folio 14)

En consecuencia, visto el motivo de la solicitud de divorcio señalado por el ciudadano EDWIN GUSTAVO CEVALLOS ABREU y habiéndose sustanciado el procedimiento de acuerdo a los parámetros jurisprudenciales arriba mencionados, quien aquí decide considera procedente en derecho declarar disuelto el vínculo matrimonial que unía a las partes de esta causa, contraído en fecha 27 de julio del 2006 por ante el ahora denominado Registro Civil del Municipio José Rafael Revenga del estado Aragua, lo cual se verifica del acta No. 65, del año 2006 de los libros correspondientes de esa oficina.

III. DISPOSITIVA
Por las razones que anteceden, este Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios José Félix Ribas y José Rafael Revenga de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley declara: PRIMERO: Disuelto el vínculo matrimonial que unía a las partes de esta causa, contraído en fecha 27 de julio de 2006 por ante el ahora denominado Registro Civil del Municipio José Rafael Revenga del estado Aragua, lo cual se verifica del acta No. 65, folio 144, tomo I del año 2006 de los libros correspondientes de esa oficina Ofíciese lo conducente. SEGUNDO: No hay condenatoria en costas en razón de la naturaleza del presente fallo. Publíquese, regístrese y déjese copia del presente fallo.
Dada, sellada y firmada en la sala de despacho del Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios José Félix Ribas y José Rafael Revenga de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, en La Victoria, a los nueve (9) días del mes de enero de dos mil veintitrés (2023). Años 212° de La Independencia y 163° de la Federación.
LA JUEZ SUPLENTE,

ABG. LIZLLANA RIVAS LEÓN
EL SECRETARIO

ABG. ESTEBAN ZIEMS
En esta misma fecha se registró y publicó la anterior sentencia siendo las 10:30 am.

EL SECRETARIO
ABG. ESTEBAN ZIEMS
Exp. N° 6302-2022
LRL/EZ