República Bolivariana de Venezuela
En su Nombre
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas
214° y 165°
PARTE DEMANDANTE: ciudadano EMIR JOSE GUACARAN, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-10.289.200, abogado, inscrito en el Inpreabogado N° 206.723.-
APODERADOS JUDICIALES PARTE DEMANDANTE: abogados ITALIA MANCINI y HUMBERTO JOSÉ ALCALA, inscritos en el Inpreabogado bajo los Nros. 54.584 y 162.736 respectivamente
PARTE DEMANDADA: ciudadana MILVIDA DEL CARMEN RIOS, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V-12.519.017.-
ASISTENCIA JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDADA: No constituye.-
MOTIVO: COBRO DE BOLIVARES VIA INTIMACION.-
EXPEDIENTE: Nº 33.975.-
SENTENCIA: Interlocutoria con Fuerza Definitiva.-
Por cuanto me AVOQUE, al conocimiento de la presente causa en el estado en que se encuentra, procedo de seguidas a realizar un recorrido procesal sobre la presente litis.-
Se inicio la presente litis, por motivo de la demanda interpuesta por el ciudadano EMIR JOSE GUACARAN, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-10.289.200, abogado, inscrito en el Inpreabogado N° 206.723, actuando en su propio nombre contra la ciudadana MILVIDA DEL CARMEN RIOS, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V-12.519.017.-
Seguidamente, en fecha 10 de marzo del año 2.016, se recibió por distribución la demanda, se le dio entrada el día 11 de ese mismo mes y año; se admite en la misma fecha de entrada; ordenándose la intimación de la parte demandada.-
En fecha 02 de mayo de ese año, comparece el demandante a los fines de consignar los emolumentos necesarios para la práctica de la intimación de la ciudadana MILVIDA DEL CARMEN RIOS, ut supra identificada en autos.-
Luego de varios intentos sin poderse lograr la intimación personal a la ciudadana MILVIDA DEL CARMEN RIOS, este Tribunal en fecha 01 de julio del 2.016, el Tribunal acordó la citación por carteles previa solicitud del actor, ordenando su publicación en el diario regional “EL ORIENTAL”.-
En fecha 09 de diciembre del 2.016, la parte actora solicita el avocamiento de la nueva Jueza, la cual lo acordó en esa misma fecha.-
En fecha 01 de agosto de 2.017, se acuerda agregar ejemplares concernientes a las publicaciones digitales respectivas del cartel de intimación en el diario “EL ORIENTAL” consignados por la parte Intimante a fin de que surtieran los efectos legales consiguientes.-
Mediante auto de fecha 06 de octubre del año 2.017 y de acuerdo a solicitud del demandante ciudadano EMIR JOSE GUACARAN, plenamente identificado en autos, solicitó la fijación del cartel de intimación en la morada de la ciudadana MILVIDA DEL CARMEN RIOS, supra identificada; este Tribunal acordó de conformidad.-
En fecha 20 de marzo de 2.018, el ciudadano abogado EMIR JOSE GUACARAN, confiere poder apud acta a los abogados ITALIA MANCINI y HUMBERTO JOSÉ ALCALA, inscritos en el Inpreabogado bajo los Nros. 54.584 y 162.736 respectivamente.-
Luego de publicado el cartel de intimación por la suscrita secretaria de este Tribunal, en fecha 25 de abril del 2.018. Procede en fecha 26 de junio del 2.018, la apoderada judicial de la parte demandante, a solicitar se le nombre Defensor Judicial a la parte demandada; seguidamente el Tribunal en fecha 27 de junio del mismo año, proveyó; designando a la ciudadana ISABELLA URBANI RAMIREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-19.663.452 abogada en ejercicio, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 204.588, librándose la respectiva boleta de notificación.-
En fecha 09 de enero de 2.019, el abogado EMIR JOSE GUACARAN, solicita oportunidad para la notificación de la Defensora Judicial.-
Ahora bien, visto el recorrido de la causa, observa esta Operadora de Justicia, que en el presente juicio ha transcurrido más un (1) año, sin que la parte haya efectuado acto de procedimiento alguno, es por lo que pasa a decretar la perención de la instancia, de conformidad con lo establecido en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, bajo las siguientes consideraciones:
UNICA
Establece el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, lo siguiente:
“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del juez después de vista la causa, no producirá la perención.
También se extingue la instancia:
1°. Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de admisión de la demanda, el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.
2°. Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de la reforma de la demanda, hecha antes de la citación, el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación del demandante.
3°. Cuando dentro del término de seis meses contados desde la suspensión del proceso por la muerte de alguno de los litigantes…” o por haber perdido el carácter con que obraba, los interesados no hubieren gestionado la continuación de la causa, ni dado cumplimiento a las obligaciones que la ley les impone para proseguirla.”. (Subrayado Nuestro).-
Por otra parte, dispone el artículo 269 ejusdem, que: “La perención se verifica de derecho…. Puede declararse de oficio por el Tribunal...”.-
En virtud de tales normas, se puede observar que la regla general en materia de perención, es que el solo transcurso del tiempo, sin que las partes hubiesen realizado actuaciones que demuestren su propósito de mantener el necesario impulso procesal, origina la perención.-
La Enciclopedia Jurídica Opus la define como: “la figura que extingue el proceso por la inactividad de las partes prolongada por un cierto tiempo”. Y su finalidad se encuentra consagrada en la exposición de motivos del Código de Procedimiento Civil, de la forma siguiente: “El interés procesal está llamado a operar como estímulo permanente del Proceso. Si bien la demanda es ocasión propicia para activar la función Jurisdiccional, no se puede tolerar la libertad desmedida de prolongar al antojo o reducir la dinámica del juicio a un punto muerto. La función pública del proceso exige que éste, una vez iniciado, se desenvuelva rápidamente hasta su meta natural, que es la sentencia. Bajo la amenaza de perención, se logra una más activa realización de los actos del proceso y una disminución de los casos de paralización de la causa durante un período de tiempo muy largo, de tal modo que el proceso adquiere una continuidad que favorece la celeridad procesal por el estímulo en que se encuentran las partes para realizar aquellos actos y evitar la extinción del proceso”.-
En este sentido, el Dr. Ricardo Henríquez La Roche, en sus comentarios al “Código de Procedimiento Civil, Tomo II”, señala: “Un proceso puede extinguirse anormalmente, no por actos, sino por omisión de las partes… El fundamento del instituto de la perención de la instancia reside en dos distintos motivos: de un lado, la presunta intención de las partes de abandonar el proceso, que se muestra en la omisión de todo acto de impulso (elemento subjetivo) y de otro, el interés público de evitar la pendencia indefinida de los procesos para ahorrar a los jueces deberes de cargo innecesarios.”.-
De esta manera, tenemos que la perención de la instancia es la figura que extingue el proceso en virtud de la inactividad de las partes prolongada por un cierto tiempo, y se encuentra determinada por tres condiciones esenciales: una objetiva, la inactividad, que se reduce a la falta de realización de actos procesales; otra subjetiva, que se refiere a la actividad omisiva de las partes y/o del Juez; y finalmente, una condición temporal, la prolongación de la inactividad de las partes por el término de un año, o de un semestre o de treinta días.-
Nuestra Ley Adjetiva Civil utiliza el término instancia en dos sentidos diferentes, uno, solicitud o impulso, cuando alguna disposición exige que el juez proceda a instancia de parte, y dos, como proceso judicial de conocimiento, desde que se inicia con la demanda, hasta la sentencia definitiva de fondo. La regla general en materia de perención, expresa que el solo transcurso del tiempo, sin que las partes hubieran realizado actuaciones que demuestren su propósito de mantener el necesario impulso procesal, origina que la perención se verifique de derecho y puede declararse de oficio, como lo prevé el artículo 269 del Código de Procedimiento Civil. Por otro lado señala, “La perención constituye una sanción contra el litigante negligente, porque si bien el impulso procesal es oficioso, cuando no se cumpla, aquel debe estar listo a instarlo a fin de que el proceso no se detenga”. (Artículo 14 del Código de Procedimiento Civil).-
Al respecto, la Sala Constitucional de nuestro más Alto Tribunal de la República, en sentencia Nº 956, de fecha 01 de junio de 2.001, con Ponencia del Magistrado JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO, ha apuntado en relación a la perención de la instancia, lo que de seguidas se copia en extracto:
“(…) La perención tiene lugar cuando el proceso se encuentra paralizado y las partes o no están o han dejado de estar a derecho. Se trata de una relación procesal que no se formó, o que, constituida, se rompió. El comienzo de la paralización es el punto de partida para la perención, y el tiempo que ella dure será el plazo para que se extinga la instancia. (…) por tratarse de una “sanción” a la inactividad de las partes, la perención, una vez verificado el supuesto que la permite, puede declararse de oficio, sin que valga en contra que las partes o una de ellas actuó después que se consumieron los plazos cuando se produjo la inactividad. Esta última puede tener lugar cuando no se insta o impulsa el proceso en un lapso legal establecido, o cuando el demandante no realiza una actividad especifica en determinados plazos (caso del articulo 354 del código de procedimiento civil, por ejemplo) a la cual lo requiere el tribunal, a instancia de su contraparte; o cuando debiendo comparecer a una determinada actuación, no lo hace (artículos 756 y 758 del código de procedimiento civil). De estas dos posibilidades para los fines de este fallo, a la Sala le interesa la primera de ellas: la perención que nace por falta de impulso procesal propio. (…) También quiere asentar la Sala, que la perención es fatal y corre sin importar quienes son las partes en el proceso, siendo su efecto que se extingue el procedimiento, y según el articulo 271 del código de procedimiento civil, en ningún caso el demandante podrá volver a proponer la demanda, antes que transcurran noventa (90) días continuos (calendarios) después de verificada (declarada) la perención. Sin embargo, en razón del orden publico, debe existir una excepción a tal imperativo, que no abarca los efectos de la perención consagrados en el articulo 271 del código de procedimiento civil y que, en consecuencia, si la materia es de orden publico, la perención declarada no evita que se proponga de nuevo la demanda antes que transcurran noventa (90) días continuos (calendarios) de la declaratoria de perención, ya que es difícil pensar que los intereses superiores del menos, por ejemplo, puedan quedar menoscabados porque perimió el proceso donde ellos se ventilaban, p que, los derechos alimentarios del menor –por ejemplo- no pudieran ejercerse de nuevo por noventa días…”
Así las cosas, tenemos que el encabezamiento del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, prevé para los casos de inactividad procesal, la sanción de perención de la instancia cuando tal inactividad sea de un (1) año.-
Ahora bien, en el caso de marras la inactividad de la parte intimante superó el año requerido por el legislador, para, vale decir, desde el día 09 de enero de 2.019, hasta los actuales momentos, situación está que hace procedente la Institución de la Perención de la Instancia. Y así se decide.-
DECISIÓN
En fundamento a lo anteriormente expuesto, este JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA CIVIL, MERCANTIL Y TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO MONAGAS en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, actuando de conformidad con los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y los artículos 267 y 269 del Código de Procedimiento Civil, declara PERIMIDA LA INSTANCIA EN EL PRESENTE JUICIO, por haber transcurrido más de un (01) año sin que la parte impulsara el proceso, conforme a lo previsto en el en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil. En consecuencia de la anterior declaratoria, no hay condenatoria en costas de conformidad con el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.-
Publíquese, Diarícese, notifíquese, regístrese y déjese constancia en los sitios web del Tribunal Supremo de Justicia www.tsj.gob.ve, así como copia para el copiador de sentencias.
Dado, firmado y sellado en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, en la ciudad de Maturín, a los trece (13) días del mes de agosto del año 2.024. Años: 214° de la Independencia y 165° de la Federación.-
LA JUEZA PROVISORIA,
ABG. NEYBIS JOSÉ RAMONCINI RUIZ.
LA SECRETARIA,
ABG. MILAGROS MARIN
Siendo las 3:07 p.m., se dictó y se publicó la anterior decisión, dándose así cumplimiento con lo ordenado conste.-
LA SECRETARIA,
ABG.MILAGROS MARIN
Expediente N° 33.975
Abg. NJRR/ii
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